Se convirtió en el primer afroamericano en lograrlo
El ex beisbolista y actual mánager de Grandes Ligas, Johnnie “Dusty” Baker, se convirtió en el dirigente número 12 en llegar a las 2,000 victorias como entrenador y el primer hombre de “color” en lograr dicha hazaña.
Dusty Baker recibiendo reconocimiento de parte de Astros | Twitter
Con la victoria de Houston 4-0 sobre Seattle el nacido en California, Estados Unidos, logró la anhelada cifra. Desde sus inicios como dirigente de los Giants de San Francisco en 1993, Baker, ha dirigido a 4 novenas más que lo hicieron llegar a la marca.
De los 11 managers que se encuentran en el listado, 10 de ellos se encuentran dentro del Salón de la Fama y uno más (Bruce Bochy) no ha ingresado porque no ha sido elegible aún. Tras el partido, Dusty Baker, declaró estar agradecido con las personas que hicieron lo posible para que personas como él (tez oscura) se encuentren en Grandes Ligas.
“Pienso en toda la gente que hicieron posible que yo estuviese en esta posición, mi papá Jackie Robinson, Frank Robinson… los muchachos que representaron a las minorías como dirigentes antes que yo”, mencionó Baker.
El californiano, es el único mánager en ganar banderín divisional con cinco equipos distintos y el noveno en lograr un título divisional en ambas ligas. Además de ser nombrado Manager del Año en tres ocasiones.
El largo camino
Se estrenó como piloto en 1993 cuando dirigió a los Giants de San Francisco y se mantuvo al frente durante 10 temporadas, acumulando un total de 840 victorias, incluyendo un título divisional y tres participaciones en postemporada.
Posteriormente pasaría a ser manda más de Cachorros, Rojos de Cincinnati y Nacionales de Washington. Tras su participación con las escuadras sumó otros 1,203 triunfos antes de retirarse.
En 2020 llegó a un acuerdo con los Astros de Houston, después de la polémica del robo de señas, y hasta el momento se encuentra al frente de la novena. En 2021 ganó el título divisional con Houston y estuvo cerca de ganar la primer Serie Mundial como dirigente, sin embargo, Astros perdería la final ante los Bravos de Atlanta.