Promes no se presentó al juicio y se refugió en Rusia.
HOLANDA – El futbolista neerlandés Quincy Promes, actual jugador del Spartak de Moscú y ex del Sevilla, ha sido condenado en ausencia a seis años de prisión por su participación en el tráfico de más de una tonelada de cocaína desde Brasil a Bélgica en 2020.
Promes no se presentó al juicio y se refugió en Rusia, donde juega desde 2021. Según su defensa, el deportista priorizó sus compromisos profesionales sobre la investigación judicial.
Ya fue sentenciado
La policía neerlandesa nunca pudo interrogar al acusado, que siempre negó su implicación en el narcotráfico. Sin embargo, el tribunal lo declaró culpable basándose en las pruebas recabadas por los investigadores, que incluían escuchas telefónicas, mensajes de chat y testimonios.
Según la fiscalía, Promes y otro cómplice importaron, exportaron, transportaron y poseyeron 1.362,9 kilos de cocaína ocultos en un cargamento de sal marina procedente de Brasil. La droga fue distribuida en dos contenedores que se trasladaron por barco hasta el puerto de Amberes.
La policía neerlandesa inició una investigación a Promes tras recibir información de que estaba involucrado en el tráfico de cocaína, que poseía teléfonos encriptados y que había invertido 200.000 euros en el negocio ilegal. La fiscalía consideró que Promes ocupaba un puesto elevado en la organización criminal, al tener dinero para invertir.
Esta no es la única condena que pesa sobre Promes, que el año pasado fue sentenciado a un año y medio de prisión por apuñalar a su primo en una fiesta familiar en 2020. El futbolista ha recurrido esta sentencia y ha tenido que pagar una indemnización a la víctima.
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Promes jugaba para el Ajax cuando fue detenido en 2020, pero el club neerlandés lo vendió al Spartak de Moscú por 8,5 millones de euros, casi la mitad de lo que pagó al Sevilla, donde jugó en la temporada 2018/19.