Julián Quiñones, jugador del América, condena racismo en redes sociales.
En un acto de valentía y protección paternal, Julián Quiñones, destacado delantero del Club América, ha alzado la voz contra los ataques racistas dirigidos hacia él y sus hijas en las redes sociales. A pesar de haber sido blanco de insultos durante el reciente encuentro de la CONCACAF Champions Cup, Quiñones se muestra inquebrantable, declarando que tales ofensas no logran perturbar su fortaleza mental. Sin embargo, la línea se cruza cuando dichos comentarios se dirigen a sus seres más queridos, sus hijas.
Hoy me pronuncio a través de este medio por todos los mensajes que estoy recibiendo día con día y quiero aclarar que no me estoy quejando por qué soy lo suficientemente fuerte mentalmente para cualquier tipo de insulto y más si se trata de mi color de piel, que son los mensajes más frecuentes que recibo.
Lo hago más que todo por que se meten con mis hijas y cualquier persona que tenga hijos saben que los hijos son lo más sagrado solo por eso pongo este mensaje. A mí pueden decirme lo que quieran pero con mis hijas no se metan y espero a todas las personas que me mandan mensajes insultando a mis hijas nunca les toque", expresó Quiñones en sus redes sociales.
El ataque no ha quedado sin respuesta, ya que el Club América ha presentado una queja formal ante la Concacaf, buscando que se tomen las acciones pertinentes para combatir este tipo de comportamientos nocivos. La denuncia de Quiñones no solo resalta la necesidad de proteger la integridad de los deportistas y sus familias, sino que también pone de manifiesto la urgencia de erradicar el racismo y el acoso en todas sus formas.
La comunidad futbolística y los seguidores del deporte esperan que este llamado a la acción genere un cambio significativo, no solo dentro del ámbito deportivo, sino también en la sociedad en general. La lucha de Quiñones trasciende el terreno de juego, convirtiéndose en un símbolo de resistencia contra la discriminación y un recordatorio de que la dignidad humana debe prevalecer sobre cualquier rivalidad deportiva.