El Liverpool no pudo debutar con tres puntos en la bolsa y empató contra el Fulham en el inicio de la Premier League.
INGLATERRA.- Darwin Núñez, el atacante uruguayo que debe hacer olvidar a Sadio Mané, no defraudó en su estreno en la Premier, marcó un gol y dio otro, pero no fue suficiente y el Liverpool se dejó los primeros puntos a las primeras de cambio en su visita al Fulham (2-2), un recién ascendido que fue siempre por delante
Darwin Núñez debutó con gol en la Premier League con el Liverpool. | Twitter
Sin Mané, triunfador la víspera en su debut en la Bundesliga, ni ninguno de sus fichajes en el campo de entrada, el conjunto de Jürgen Klopp sufrió para evitar la derrota frente a un equipo ascensor, que regresa a la Premier acreditado por su condición de campeón de la Championship, por su historia y fogosa afición, pero con pocas aspiraciones más allá de evitar un nuevo descenso
Y, sin embargo, asentado en su presión y en el acierto de Alexandr Mitrovic, el Fulham desactivó por completo en la primera mitad al subcampeón, que pese a presentarse en Craven Cottage avalado por su triunfo en la Supercopa inglesa frente al Manchester City no tuvo más forma de crear peligro en ese primer tiempo que las acciones individuales de Luis Díaz.
Un empate que sabe a poco
Al atacante colombiano le anularon un gol al cuarto de hora por fuera de juego de Andy Robertson y disparó al palo en el 38, cuando los "reds" ya estaban en desventaja por el tanto de Mitrovic. Muy poco juego para el que se supone que es, junto al City, el principal candidato al título
Mitrovic ya había avisado al minuto de juego, cuando aprovechó un error de Alexander-Arnold y disparó pegado al poste de Alisson, acertó pasada la media hora, de nuevo dejando en entredicho al lateral "red", al que superó en el salto para cabecear un centro pasado del congoleño Neeskens Kebano
Sin Thiago, sustituido con molestias por Harvey Elliott, y con Darwin Núñez en el campo al poco de comenzar la segunda mitad, el Liverpool pareció recuperar el mando gracias al uruguayo, que equilibró el partido, a los 63 minutos, con un precioso taconazo para dejar claro que tiene sitio entre los mejores.